Jardinería Pública (nuevos retos)

La fiebre por la excesiva utilización de técnicas de "xerojardineria" en nuestros espacios verdes parece tener fecha de caducidad. Cansados de superficies duras, rotondas amarmolinadas y elementos "duros" de bajo mantenimiento y aunque no es consecuencia de esto último, de poca belleza ornamental y añadiendo el poco acierto en la elección de las especies arbóreas, esta técnica ha concluido en una jardinería lineal y poco creativa, todo ello excusándose en el excesivo gasto de agua de las zonas verdes.
"No estoy de acuerdo con la obsesión por una jardinería sin mantenimiento. Los jardines de las ciudades deben de ser verdes, y por tanto, han de mantenerse, dejando las alternativas grises para otros sitios". De esta manera se expresa el Paisajista Rafael Narbona, técnico de Intercontrol Levante, autor de diseños tan importantes como diversos tramos del jardín del río Turia y del jardín de la Avda. Hermanos Maristas de Valencia entre otros y director de los Cuadernos de Arquitectura del Paisaje, de ediho, que dicho de paso, no pueden faltar en nuestra biblioteca.

Parques y Jardines para la salud y el bienestar


La aplicación de una cultura paisajista adecuada a la salud y el bienestar de los habitantes de las grandes ciudades es el método que Rafael Narbona desea que se implante a partir de ahora en el diseño de las nuevas zonas verdes. Al tanto de esta fórmula, Narbona nos hablaba de lo que el denomina "jardines aspirina", esos pequeños jardines o zonas verdes que los ayuntamientos construyen en espacios que van quedando, solares en los que se han demolido fincas o aquellos que no han obtenido licencia de obra. Para Narbona estos "jardines aspirina", tanto por sus efectos como por su tamaño, son un factor para el disfrute de los ciudadanos que tienen la suerte de tener uno cerca, "es un jardín que puede suplir la necesidad del que no dispone de una vivienda propia, un lugar para el juego de los niños y encuentro de todos", son jardines de bajo coste pero de un alto beneficio.

Los parques y jardines son la única alternativa para combatir la contaminación en las ciudades, tanto la contaminación atmosférica, como la acústica, pero también aquella relativa al impacto visual del cemento. Es por ello que Narbona nos propone que los parques y jardines de nuestras ciudades sean verdes, huyan del color que tan de moda se ha puesto en nuestras zonas verdes, excesivamente pavimentadas o acompañadas de materiales tan duros , como aburridos, como es el caso de las marmolinas.

Este nuevo reto futuro en la jardinería pública, pasa sin duda por apartar la de realizar jardines sin mantenimiento. Al contrario debemos conseguir en nuestros diseños mitigar los efectos negativos de las grandes ciudades, densidad, calor, aglomeración, ruido y contaminación. Para este cometido Narbona considera que la elección en la especie de arbolado juega un papel clave, la forma y el follaje de los árboles determinarán su capacidad para retener partículas y crear un microclima agradable. "No debemos plantar el arbolado que está de moda, sino el apropiado para cada situación", comentaba Rafael. Y efectivamente, también hacía alusión al incremento de los enfermos de asma que se produce en las grandes ciudades, factor que podemos disminuir con la implantación de determinadas especies, "debemos pensar en el arbolado como elemento embellecedor pero no olvidarnos de otras propiedades cercanas a la salud".

Los jardines hay que regarlos

El problema del agua es un problema de gestión, los jardines hay que regarlos, de esta manera conseguiremos que nuestro jardín en verano transpire y evapore, para provocar el efecto de disminución de la temperatura. Para todo esto tiene mucho interés la correcta elección de las especies, aquellas xerofíticas, de bajo consumo de agua, tienen una menor evapotranspiración que otras especies. ...."Si no se riega, hay que poner más aparatos de aire acondicionado, ya que el calor y el ruido aumentan", argumeta Rafael. El agua no debe ser un problema, el riego con agua reutilizada, proviniente de depuradoras es más que posible, además el riego enterrado está a nuestro alcance, facilita el ahorro de agua, disminuye el índice de actos vandálicos e imposibilita el contacto directo de los usuarios, ya que se aporta directamente al sistema radicular de las plantas. Igualmente la automatización del riego y las nuevas opciones que incluyen, como la suspensión del riego en días en los que se detecta lluvia o humedades suficientes para las plantas deben ser implantadas en todas las zonas verdes.
Sin duda debemos concienciarnos del uso de estas técnicas, existen además otras como la congelación del agua presente en el subsuelo, que nos posibilitan regar sin desperdiciar ni una gota de tan preciado e insustituible bien.
Fuentes: marketigcomunicación.com; bricojardinería y paisajismo.

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