La endoterapia no es la solución al Picudo Rojo.-

La desesperada situación que viven nuestras palmeras puede tener una vuelca de tuerca aún mayor. Las empresas en su empeño de seguir incorporando productos, tienen ya preparada una avalancha de inyecciones y taladros para nuestra hierbas gigantes. Todo un error que lamentaremos más adelante.

Explico:
Siempre hemos comentado desde esta página, que la solución al curculiónido rojo era una actuación general y en un corto espacio de tiempo que  implicara a todos los actores, esto es administraciones, particulares y empresas de tratamiento. 

Recuerdo de paso que la nueva normativa es muy estricta respecto a este hecho, ya no es posible realizar tratamientos fitosanitarios sin la debida formación (Carné cualificado de Aplicador de Productos Fitosanitarios), hasta el punto que no venderán productos a cualquier persona como hasta ahora, ya que quedará registrada la venta, el envase, el uso al que está destinado, el individuo que la realiza, donde y como lo hace y la posterior entrega del envase usado, Además en jardinería pública aparece la figura del asesor, y ya se empiezan a ver los efectos de esta normativa en las importantes sanciones que el SEPRONA está tramitando.

Dicho esto, seguimos con la endoterapia. Todos sabemos que las palmeras no funcionan como los árboles a nivel de compartimentalización (cicatrización) de heridas. Se defienden de estas, claro como cualquier ser vivo, pero no admiten ciertas prácticas que a medio-largo plazo se convertirán en problemas muy serios. Vamos al grano, las palmeras no soportan un ataque en forma de taladros durante mucho tiempo, porque los hongos saprófitos invaden las galerías creadas para introducir el producto produciendo un desequilibrio estructural grave. En pocas palabras que se caerán. También hemos observado como diveros productos cristalizan dentro de los agujeros producidos por los taladros, esto es que precipita en las cánulas, dejando de ser líquido y asimilable por la savia, más aún teniendo en cuenta que producimos la rotura de los vasos conductores, que no se reconstruirán.

Aquellos que nos dedicamos a diario a la lucha contra el picudo rojo sabemos que es posible mantener una palmera a base de químicos en forma de ducha, claro aplicada correctamente no sobre la cabeza del vecino, como estamos cansados de ver. Se ha desperdiciado, contaminado excesivamente porque tampoco esto se ha realizado correctamente, en vez de aplicar el producto en la cabeza (balona) de la palmera, se rociaban como si lo que necesitara fuera una limpieza, error fatal, pues el producto debe penetrar lentamente por las fibras para que esta admita tal cantidad de agua-plaguicida. También esto se ha hecho mal, han pensado que a más litros más efectivo y no es así. El secreto está en la localización del producto y el tiempo necesario para que la planta absorba.

También existe la posibilidad de aplicar métodos biológicos de control como los nemátodos en diferentes épocas del año. Hasta aquí todo correcto. Pero también estamos cansados de ver como palmeras que han sido tratadas por medio de endoterápia, han caído ante el ataque del dichoso escarabajo. Motivos varios pero fundamentalmente reside la problemática en que una planta enferma no tiene el mismo poder de traslocación (recorrido de la savia por toda la planta) que una sana, y que realmente la cantidad de producto que llega hasta la yema apical es muy pequeña, insuficente para acabar con las larvas del insecto que destruyen la palmera a bocados mientras los hongos se encargan de debilitar aún más la resistencia estructural del ejemplar, hasta que esta se parte.

Luego, visto el resultado de la endoterapia realizada hasta ahora, no cito nombres porque me pongo enfermo, podemos asegurar que el daño que estamos produciendo frente a los beneficios de la endoterapia que son pocos o ninguno, nos hacen descartarla inmediatamente. 

En este caso hablo como arborista, porque no puedo poner en peligro la vida de mis compañeros que día a día suben a palmeras inaccesibles, llenas de heridas por el antiguo uso de espuelas,por cierto sitios ideales para la puesta de los huevos del picudo, aunque sea en el tronco (estípite). Menos mal que ya hay conciencia respecto a esto último, y se acabó el dedicarnos a realizar continuamente agujeros cada x tiempo sin pensar en las trágicas consecuencias que esto tendrá. Por todo ello me opongo rotundamente a esta práctica comercial que van a vendernos, indigna de los amantes de las plantas y los árboles y que a medio-largo plazo costará un tributo enorme, también a la sociedad civil que transita por nuestros parques y plazas.

Lógicamente entiendo a quienes quieren salvar a toda costa las palmeras, pero esta actuación sólo la aceptaría, si se realizara un tratamiento de choque general (ayuntamientos, particulares, empresas...), cosa que no ha ocurrido, ni tampoco ocurrirá visto que llevamos ya más de 10 años y seguimos igual no, peor, ya que el número de especies atacadas es cada vez mayor. Siendo la Washingtonia,  datileras y Siagrus, las siguiente de la lista en número de ataques presenciados.

Por tanto y por la responsabilidad que conlleva, me opongo rotundamente a realizar tratamientos masivos de endoterápia en palmeras fuera de una estrategia global de corta duración. Sólo os ruego que trasmitáis esto a todas aquellas personas que conozcáis para evitar lo que sería un desastre en este caso ya no medio-ambiental, sino social.

Por último, me niego a incluir más fotos de endoterapia en palmeras, que con una ya es bastante.

The World Green of Pablo Esparza ®

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