Gracias Escuelas Taller (pese a D. Antonio González (Secretario Gral. de Empleo)
Finales de los años 80, un joven enamorado de la naturaleza que no quiere seguir estudiando en el instituto. Entonces un amigo, Emilio pionero en un programa de formación en Madrid y colaborador del Maestro Sr. Peridis, le propone acceder a la formación en un oficio a través de una Escuela Taller.
Sí, este es el inicio de mi gratitud a muchas personas y a un magnífico programa de formación ocupacional, que me permitió convertirme en un profesional de los trabajos en los espacios verdes.
Como muchos sabemos eran otros tiempos, las Escuelas Taller eran frecuentadas por un tipo de alumno diferente al actual; mis compañeros y yo acudíamos todas las mañanas a la E.T. Dehesa de Navalcarbón en un pueblo de Madrid (Las Rozas), allí aprendíamos todas las mañanas los entresijos de una profesión maravillosa, por la tarde unos estudiaban ingeniería, otros empezamos nuestros primeros “pinitos” en el mantenimiento de jardines particulares, ¡que tiempos aquellos! .Me gustaría desde aquí dar las gracias a aquellos monitores que tuvimos, Miguel Ángel, José Manuel, Juan, por transmitirnos con tanto afán el oficio y todo lo gratificante de esta profesión.
Unos años después, tras un periplo por la empresa privada, donde me curtí como jardinero y estando en situación de paro, una llamada del I.N.E.M me da la oportunidad de poder transmitir mis conocimientos prácticos en jardinería a unos chicos jóvenes, que como yo cuatro años antes, habían dejado los estudios. Allí en la E.T. de Pozuelo de Alarcón, comenzó mi etapa como monitor, fue duro, deje mis trabajos particulares de la tarde y comencé a incrementar mi formación tanto profesional como docente, gracias también a Quica, Doris, Rosa, que me ayudaron a convertirme en mejor profesional y en un monitor muy motivado.
Han pasado ya muchos años de esto, impartí mis conocimientos en diferentes Escuelas Taller, trabaje con gente que me marcó profundamente, mención especial para mis amigos Tomás García, Antonio Moriel, Enrique Agülles, Amparo Pínter o Ximo Plá, perdón si me olvido de alguien, y me hicieron amar aún más profundamente este programa de formación, gente que como muchos de vosotros que leéis este articulo, peleó por conseguir un alto grado de cualificación profesional de sus alumnos, sí bien cada año con alumnos diferentes, con menos aptitudes y menos actitudes, pero que guiados por nuestra bandera de APRENDER TRABAJANDO , consiguieron sus objetivos.
Hoy en día trabajo inmerso en una Escuela Taller en Carlet (Valencia), que como otras muchas, quiere ser ejemplo de profesionalidad en la formación, ayudado por un ente promotor muy preocupado por el alto índice de fracaso escolar de sus jóvenes y una de sus herramientas para contrarrestar este fracaso no es otro que apostar por una Escuela Taller, creen en este programa, al contrario que el gobierno actual del Estado, que pretende sustituirlo en vez de realizar mejoras, argumentan que las condiciones de paro son diferentes a las de antaño. Sí, las condiciones son diferentes, pero ¿saben en qué?, ¿en el paro?: NO, ¿porque no se acercan a conocer con que colectivos trabajamos? Desconocen nuestro trabajo, y yo desde aquí y con mi humilde opinión, espero que lo que les he contado les sirva para que cambien de opinión respecto a nuestra dedicación.
Sí, este es el inicio de mi gratitud a muchas personas y a un magnífico programa de formación ocupacional, que me permitió convertirme en un profesional de los trabajos en los espacios verdes.
Como muchos sabemos eran otros tiempos, las Escuelas Taller eran frecuentadas por un tipo de alumno diferente al actual; mis compañeros y yo acudíamos todas las mañanas a la E.T. Dehesa de Navalcarbón en un pueblo de Madrid (Las Rozas), allí aprendíamos todas las mañanas los entresijos de una profesión maravillosa, por la tarde unos estudiaban ingeniería, otros empezamos nuestros primeros “pinitos” en el mantenimiento de jardines particulares, ¡que tiempos aquellos! .Me gustaría desde aquí dar las gracias a aquellos monitores que tuvimos, Miguel Ángel, José Manuel, Juan, por transmitirnos con tanto afán el oficio y todo lo gratificante de esta profesión.
Unos años después, tras un periplo por la empresa privada, donde me curtí como jardinero y estando en situación de paro, una llamada del I.N.E.M me da la oportunidad de poder transmitir mis conocimientos prácticos en jardinería a unos chicos jóvenes, que como yo cuatro años antes, habían dejado los estudios. Allí en la E.T. de Pozuelo de Alarcón, comenzó mi etapa como monitor, fue duro, deje mis trabajos particulares de la tarde y comencé a incrementar mi formación tanto profesional como docente, gracias también a Quica, Doris, Rosa, que me ayudaron a convertirme en mejor profesional y en un monitor muy motivado.
Han pasado ya muchos años de esto, impartí mis conocimientos en diferentes Escuelas Taller, trabaje con gente que me marcó profundamente, mención especial para mis amigos Tomás García, Antonio Moriel, Enrique Agülles, Amparo Pínter o Ximo Plá, perdón si me olvido de alguien, y me hicieron amar aún más profundamente este programa de formación, gente que como muchos de vosotros que leéis este articulo, peleó por conseguir un alto grado de cualificación profesional de sus alumnos, sí bien cada año con alumnos diferentes, con menos aptitudes y menos actitudes, pero que guiados por nuestra bandera de APRENDER TRABAJANDO , consiguieron sus objetivos.
Hoy en día trabajo inmerso en una Escuela Taller en Carlet (Valencia), que como otras muchas, quiere ser ejemplo de profesionalidad en la formación, ayudado por un ente promotor muy preocupado por el alto índice de fracaso escolar de sus jóvenes y una de sus herramientas para contrarrestar este fracaso no es otro que apostar por una Escuela Taller, creen en este programa, al contrario que el gobierno actual del Estado, que pretende sustituirlo en vez de realizar mejoras, argumentan que las condiciones de paro son diferentes a las de antaño. Sí, las condiciones son diferentes, pero ¿saben en qué?, ¿en el paro?: NO, ¿porque no se acercan a conocer con que colectivos trabajamos? Desconocen nuestro trabajo, y yo desde aquí y con mi humilde opinión, espero que lo que les he contado les sirva para que cambien de opinión respecto a nuestra dedicación.
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