Bursaphelenchus xylophilus, o gusano del pino, peligro para los pinares españoles.-

Bursaphelenchus xylophilus, o gusano del pino, es una plaga procedente de Estados Unidos que es capaz de secar centenares de pinos en apenas unas semanas.
Recientemente, detectada en Portugal sobre pinos secos de la especie Pinus pinaster, es considerada en el mundo de la fitopatología como muy destructora y el nemátodo que la produce como organismo de cuarentena. Para los países europeos, existen medidas fitosanitarias muy estrictas para la importación de maderas procedentes de los países donde existe el organismo nocivo.
Bursaphelenchus xylophilus (Steiner et Buhrer), Nematoda: Aphelenchodidae, no fue asociado hasta 1972, con la enfermedad del marchitamiento de los pinos (Pine wilt disease) aparecida en 1913 en Japón, en la región de Nagasaki

Los síntomas y daños fueron atribuidos en principio a insectos perforadores, ya que se encontraban en abundancia en los árboles afectados, pero se observó que los primeros síntomas de decaimiento del árbol precedía al ataque de los insectos. La enfermedad empezó a extenderse hacia el resto del archipiélago japonés. A partir de 1935 los daños comienzan a ser ostensibles , alcanzando en 1979 los 2,5 millones de m3. Sólo Hokkaido, la isla más nórdica, no se encuentra afectada debido a las bajas temperaturas. En los últimos 30 años la enfermedad se ha difundido a las provincias costeras de China y Corea y ha alcanzado Taiwan, siempre asociada con M. alternatus. Los insectos vectores involucrados más relevantes son en este caso M. carolinensis Olivier y M. scutellatus (Say).

Todo hace presumir que B. xylophilus es originario de Norteamérica y que fue transportado hasta Kyushu en madera infestada a principios de siglo. En el año 1979, se discute el problema y se concluye que no es necesario tomar medidas especiales de cuarentena. Sin embargo, la detección en agosto de 1984, del nemátodo en dos importaciones de madera astillada de coníferas para la industria papelera decide su prohibición temporal, a la que se adhieren Suecia y Noruega. Así las cosas, en 1985, el Grupo de Trabajo Forestal de la OEPP, discute nuevamente el problema y propone la inclusión de B. xylophilus como organismo de cuarentena.

Entre tanto, el Comité Fitosanitario de la CEE, realizó reuniones especializadas, misiones a diferentes países, tales como Finlandia y Canadá, acogida de expertos de los países afectados, así como estudios y proyectos de investigación concretos. Todo ello, dio como resultado la inclusión de requisitos que deben establecer los Estados para la introducción de las maderas de coníferas de todo tipo y, en particular, para la madera aserrada y la que conserve su superficie redondeada originaria de Canadá, China, Japón, Corea, Taiwan y Estados Unidos que: "Deberá demostrarse que esta ha sido sometida a un tratamiento térmico adecuado a fin de alcanzar una temperatura central mínima de 56 ºC durante 30 minutos".

A pesar de todas las medidas de cuarentena adoptadas, que asumían un riesgo mínimo deducido de los Análisis de Riesgo efectuados, según la información científica y oficial que poseemos, B. xylophilus ha alcanzado Europa.

El tratamiento térmico de la madera preconizado es efectivo y garantiza la eliminación tanto de B. xylophilus, como de sus vectores. Cuando se realiza correctamente proporciona el más alto nivel de seguridad fitosanitaria. Durante 1994 se detectaron frecuentes incumplimientos del sistema por los operadores canadienses a pesar de las numerosas inspecciones por las autoridades fitosanitarias, y fallos en los sistemas de control de las cámaras de tratamiento, que se pusieron en evidencia al ser detectadas larvas del cerambícido vivas en las inspecciones de los puertos del Reino Unido.

Para comprender bien el problema y establecer el riesgo actual que para toda Europa y, particularmente, para España, supone la presencia del citado organismo nocivo en Portugal, pasamos a presentar un breve resumen de la biología del complejo patológico y de los parámetros ecológicos más importantes de su posible difusión en la península Ibérica y resto de Europa:

Características biológicas de la enfermedad y sus vectores

Existe una compleja relación entre los ciclos de vida del nemátodo B. xylophilus y sus vectores del género Monochamus, coleópteros de la familia Cerambycidae, que interviene tanto en los procesos de reproducción como los de difusión de la plaga.

Después de pasar por cuatro estados juveniles, las larvas de B. xylophilus son transportadas por los adultos de Monochamus desde el árbol infestado a otro, en el que penetran bajo la corteza del nuevo hospedante. Después de penetrar en el árbol, las larvas del nemátodo mudan a adultos, copulan y comienza la puesta. La tasa de multiplicación de los nemátodos en el árbol dependen de la susceptibilidad de la especie arbórea, la disponibilidad de alimento según el estado de degradación del huésped y de forma importante las temperaturas. Cuando las condiciones son óptimas se inicia el proceso de dispersión del nemátodo. Existe un tipo de larvas de tercer estadio, descrito como estado de supervivencia, que es capaz de resistir las situaciones más adversas. Las larvas se mueven en la madera hasta alcanzar las proximidades de las cámaras pupales de los vectores del genero Monochamus, posiblemente, atraídas por sustancias difundidas por las pupas en metamorfosis. Próximo al periodo de emergencia del coleóptero, los nemátodos mudan al cuarto estado larval, especializado en la dispersión y, como hemos visto íntimamente asociado con el estado pupal del vector. Los adultos inmaturos del cerambícido emergen de la madera transportando multitud de nemátodos.

Las especies del género Monochamus son xilófagas, es decir, viven en la madera y se alimentan de la misma. Por lo general, se consideran insectos secundarios que se desarrollan sobre árboles decadentes o recién apeados, derribados por el viento o acciones mecánicas. Los adultos inician la emergencia de la madera, en que han completado su ciclo, durante la primavera y principios de verano, dependiendo de la especie, situación geográfica y, en particular, la temperatura. Los adultos vuelan a las copas de los árboles, donde se alimentan, royendo las cortezas de los ramillos del año o del año anterior, causando a veces daños de consideración. Ambos sexos necesitan alimentares para su sustento durante el periodo de apareamiento y oviposición, que se prolonga para algunas especies unos tres meses. El periodo de vuelo para las poblaciones de Monochamus es amplio y su actividad desciende prácticamente en Octubre. Para una especie determinada de Monochamus spp. la duración del ciclo de vida depende de la temperatura y se extiende a 1- 2 años. Usualmente, presentan una generación por año, pero en las zonas periféricas de su área de distribución más frías su completo desarrollo requiere dos años o más.


Transmisión y dispersión de la enfermedad

Hemos visto que la transmisión primaria de B. xylophilus entre árboles se realiza a través de sus vectores del género Monochamus, los adultos cargados de nemátodos procedentes de árboles infestados realizan la transmisión. En el primer caso, los nemátodos e insectos explotan los recursos alimenticios del árbol muerto, que para los nemátodos son las hifas de los hongos presentes en los árboles. En el segundo caso, los nemátodos abandonan a los adultos y penetran en los brotes por las heridas de alimentación.

La muerte de los árboles derivada de la acción de los nemátodos es el resultado de la combinación de la susceptibilidad de la especie y de las condiciones de estrés en que se encuentre el árbol, generalmente altas temperaturas medias.

Las distancias de dispersión de B. xylophilus a nuevos árboles depende del comportamiento de Monochamus spp. en la búsqueda de lugares de cría y alimentación. Es normal que la dispersión esté relacionada con la disponibilidad de material apto para la cría y por tanto la transmisión por oviposición sea el medio más importante para la dispersión del nemátodo, pero en Asia, donde la enfermedad es epidémica y se expresa con el marchitamiento de los pinos, la transmisión durante la alimentación de los adultos es también importante. A su vez, la capacidad de vuelo y su actividad depende de la temperatura y de la proximidad de árboles hospedantes atractivos. Por lo general, los adultos de Monochamus spp vuelan a cortas distancias, hasta cientos de metros, pero hay observaciones de más largas distancias, hasta cerca de 3 km.

Sin embargo, es la actividad humana en sus prácticas forestales habituales, el comercio y el transporte la causante de la dispersión, nemátodos y vectores han sido interceptados durante el comercio internacional de la madera de coníferas.

Por otra parte, B. xylophilus es un organismo con una notable plasticidad biológica, coloniza nuevas áreas y se adapta a nuevas situaciones, como las de China y Japón, donde ha invadido los ecosistemas de áreas lejanas de su distribución geográfica original, adaptándose a diferentes especies hospedantes, diferentes especies vectores y, posiblemente a condiciones climáticas diferentes. Es conocido que las jóvenes plantas muestran una mayor susceptibilidad a la invasión por el nemátodo. El factor climático es clave para el desarrollo, tanto de B. xylophilus como de las especies de Monochamus. Las condiciones para el desarrollo epidémico de la enfermedad se dan con temperaturas medias.

Posibles medidas de control

Las únicas medidas de control de la asociación B. xylophilus / Monachamus spp. son un alto nivel de higiene en el monte y parque públicos afectados, eliminando los pies muertos y decadentes. Es importante la retirada rápida de la madera infestada, antes de la emergencia de los insectos adultos y evitar su transporte hacia áreas libres del nemátodo, para su inmediata transformación industrial o sometidas a un proceso de secado en cámaras en que se alcancen las temperaturas de cuarentena.

En Japón, además de las medidas de higiene del monte antes indicadas, cada vez más difíciles de llevar a cabo por falta de mano de obra forestal, se efectúan con algún éxito aplicaciones aéreas de productos fitosanitarios contra los adultos de Monachamus spp. sobre áreas pobladas de árboles de alto valor.

En España, se tiene gran experiencia de la ineficacia a medio plazo de este tipo de acciones, en los intentos de erradicar o evitar la difusión de dos importantes organismos nocivos de cuarentena que alcanzaron, en la década de los 80, nuestras fronteras y, en poco espacio de tiempo, se extendieron en todo nuestro territorio, produciendo daños ecológicos y económicos de gran importancia: La "grafiosis agresiva del olmo" y sus vectores escolítidos autóctonos acabaron con prácticamente la totalidad de las olmedas y olmos singulares de nuestra geografía; y, por otra parte Phoracantha semipunctata, cerambícido xilófago de los eucaliptos, que redujo las plantaciones menos adaptadas del suroeste español de forma drástica.

Riesgo actual de extensión de la plaga en Portugal y España

Una vez alcanzada la Unión Europea por Bursaphelenchus xylophilus, el riesgo en que se encuentran y el futuro de nuestros pinares y los del país vecino, Portugal, no son muy alentadores, ya que ambos países y una gran parte del territorio europeo presenta condiciones óptimas para la difusión del nemátodo y la expresión de sus daños en su forma epidémica.

Concretamente en la Península Ibérica e islas Baleares concurren las condiciones óptimas siguientes:

- Las masas de pinos están constituidas por seis especies, tres de las cuales: P. sylvestris, P. nigra y P. pinaster son susceptibles a la enfermedad y las otras tres: P. pinea, P.halepensis y P. radiata presentan una susceptibilidad media. Además se presentan dispersos por todo el territorio peninsular multitud de ejemplares y pequeñas formaciones ornamentales de Cedrus atlantica, C. deodara y Picea abies, que también son especies hospedantes del nemátodo.

- Existe difundida en toda la Península Ibérica e Islas Baleares la especie Monochamus galloprovincialis Ol. con grandes probabilidades y aptitudes para convertirse en un nuevo vector de la enfermedad.

- Gran parte de los territorios portugués y español están sometidos a temperaturas medias estivales superiores a 20ª C. Así mismo, se dan en las zonas más meridionales peninsulares, temperaturas medias del mes de agosto de 25ºC, como hemos visto, óptimas para el desarrollo de la enfermedad en su forma epidémica.

- Las medidas de control que pueden adoptarse no garantizan la erradicación de B. xylophilus en los lugares en que se detecte, por lo que, a medio plazo, deben esperarse su difusión en extenso y los daños consiguientes.

Fuente: D. Cadahía, Dr. Ingeniero de Montes

Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Qué le pasa a los pinos, porqué se secan?

Picudo Rojo; ¡Sí se pueden salvar las Palmeras!. Protocolo de actuación.-

¿Cómo proteger mis palmeras del Picudo Rojo?. Compartiendo lo que sé.