La Procesionaria. ¿Cómo combatirla?.

La procesionaria del pino es una de las plagas más importantes del centro y sur de Europa, conocida por casi todos, es posible encontrar a este lepidóptero en otros árboles como Cedros o Abetos. Conocidas por las famosas bolsas blancas que forman en los pinos -sus nidos- aprovechan estas fechas para bajar del árbol hasta el suelo, donde proceden a realizar su metamorfosis tras haber defoliado muchas de las acículas de los ejemplares en los que se instala.







Existen diferentes formas de control, tanto químicas como biológicas:


Bacillus thuringiensis.-

Es un insecticida biológico con aspecto de insecticida normal. El Bacillus thuringiensis (Bt) es una bacteria que produce un cristal de proteína tóxico para los insectos, conocido también como delta endotoxina. Se mezcla con agua y se aplica pulverizando con mochila, cañón o en tratamientos aéreos en Ultra Bajo Volumen (ULV). Está admitido en Agricultura Ecológica por no tener incidencia negativa en el medio ambiente. Las oruguitas al comer acículas impregnadas con el producto, mueren. Su aplicación debe hacerse en el momento adecuado, concretamente en los tres primeros estadios larvarios, cuando son pequeñitas, durante el inicio del otoño (septiembre-octubre).


Insecticidas inhibidores del crecimiento.-
Estos insecticidas, también denominados insecticidas biorracionales, perturban algún proceso elemental de los insectos, por ejemplo, la interrupción de la muda de las orugas. Se están usando bastante para tratar masas forestales de pinos, más incluso que el Bacillus. Son respetuosos con el medio ambiente.

El empleado para Procesionaria es el DIFLUBENZURON, con tratamientos aéreos en Ultra Bajo Volumen (ULV). Tiene una gran eficacia en aplicaciones muy tempranas, en fase de huevo u oruga inicial; más tarde, no va tan bien y las orugas crecidas ya habrán producido daños. Por tanto, elegir el momento para el tratamiento es fundamental con el Diflubenzuron. Para aplicarlo en los primeros estados larvarios debe determinarse el período de nacimiento de las orugas, por ejemplo con muestreos de las puestas en árboles situados o bien emplear trampas de feromonas. Estas últimas permitirán la obtención de la curva de vuelo de los machos, que a su vez facilitará la determinación del momento de eclosión de los huevos.

Insecticidas químicos convencionales.-
Sirven para Procesionaria del pino aquellos que contienen piretroides como materia activa: Alfacipermetrin, Cipermetrin o Deltametrin. El tratamiento químico de los bolsones se lleva a cabo mediante la pulverización directa con el insecticida.


Se puede realizar la aplicación con Alfacipermetrin o Deltametrin usando mochila pulverizadora para árboles pequeños y medianos, o bien con un cañón pulverizador sobre vehículo todoterreno para alcanzar gran altura. Se trata en cualquier momento a lo largo del invierno. Mejor cuando las orugas son jóvenes y se sitúan en las zonas bajas de las copas y son más sensibles al producto. Mojar bien los bolsones. Tratanto en Febrero-Marzo las orugas ya están formados, y es el momento de impedir que las orugas desciendan al suelo.

Trampas con feromonas.-
Otro método de control consiste en instalar trampas que llevan en su interior una pequeña cantidad de feromonas sexuales. La feromona sexual sintética de la hembra de Procesionaria del pino ("pityolure") atrae a los machos y éstos quedan atrapados. De este modo, no se producirá la fecundación de las hembras.


El método está concebido para aplicarlo a pinares con niveles de infestación bajos. La máxima eficacia se consigue usando feromonas una vez que se han reducido los niveles importantes de la plaga con alguno de los productos comentados más arriba (Diflubenzuron, Bacillus o Piretroides). Las feromonas es un complemento ideal a la fumigación.

Otra importante utilidad de las trampas con feromonas es para determinar el momento en el que se producirá el nacimiento de las orugas, lo que permitirá afinar con la fecha ideal de los tratamientos. Las trampas se cuelgan en las ramas. Con una trampa por hectárea (10.000 m2), es suficiente. Se colocan al comienzo del periodo de vuelo, en verano. A título orientativo, podemos decir que las poblaciones más precoces, que corresponden a localidades frías, empiezan a volar a mediados de Junio, y las más tardías, en Septiembre.

Cortar y quemar los bolsones.-

Los tratamientos con productos deben complementarse con la eliminación mecánica de los bolsones. En las zonas cálidas, a la primera quincena de diciembre, y en las zonas más frías, a mediados de noviembre.

Romper los bolsones

En el caso de que la altura del arbolado no permita cortarlos, los bolsones pueden romperse con perdigón para que las orugas mueran con el frío del invierno al carecer de la protección. Si se alcanza, se pueden romper los bolsones con un palo. Mejor hacerlo por la tarde, para que no les de tiempo a rehacer el bolsón. Morirán de frío por la noche. Como contienen pelos urticantes, antes de cortarlos o romperlos, se debe regar bien la copa para disminuir las urticarias.

Barreras físicas
Instalar a cierta altura del tronco (1,5 m o más) un cono con plástico semirrigido alrededor del tronco. Esto les interrumpe el descenso e impide que las orugas se entierren en el suelo. Acabarían muriendo de inanición en su interior. Es conveniente hacer unas pequeñas perforaciones en la parte baja del plástico para la evacuación del agua de lluvia que pudiera acumularse en su interior.

Colocar alrededor de los pies de los arboles en el suelo un anillo de material plástico semirígido, impide su dispersión por el jardín, pudiendo así aplicar un insecticida de contacto sobre ellas y retirarlas una vez muertas.

Fomentar y proteger a las aves insectívoras. Los depredadores más efectivos de la Procesionaria del pino son los carboneros y los herrerillos, dos aves insectívoras especialmente voraces con estas orugas.

El carbonero es un pajaro muy bonito y con buen canto. Con una caja de nidificación y alimento se pueden tener en el jardín y criarán. Abubillas, críalos, urracas, cuervos, etc., también se las comen. Una manera de fomentarlos es instalar cajas anidaderas. Los organismos públicos medioambientales lo están haciendo en los montes, especialmente procedentes de repoblación, en los que por la juventud del arbolado carecen de huecos que sirvan de refugio a estas aves. Las orugas de Procesionaria del pino también son atacadas por hormigas, cigarras, avispas y diversos parásitos (algunos dípteros e himenópteros).

Fuentes:wikipedia, sanitat forestal y villaimantiu.

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