¡Se mueren las Palmeras!, ¡No mintáis!

Leído y oído, la plaga del Picudo Rojo se está estableciendo y afecta en menor medida a las palmeras. Una mentira de consecuencias fatales para los ciudadanos y los bienes materiales.

La plaga lejos de establecerse se está extendiendo como la pólvora por el resto de especies que ya sabíamos que podía afectar.

Cada vez son más las el número de especies de afectadas y amenaza  de lleno a las palmeras datileras de manera espectacular, esta especie que no había sido tratada de la misma forma que la palmera canaria, al menos en la provincia de Valencia, está siendo colonizada rápidamente y supone un peligro inminente, ya que los ataques observados no aparecen en la corona de la planta, sino que tienen lugar a lo largo del estípite, con el riesgo de que partan por el lugar menos esperado pudiendo provocar severos daños, repito severos daños personales o materiales.

Después de la colonización de la palmera canaria, sólo quedan en pié aquellas que se tratan y a duras penas, está siendo de tal magnitud la dispersión del insecto entre las diversas especies, que es inevitable comenzar a tomar medidas urgentes, pasando a la acción mediante la realización mensual de los tratamientos adecuados para su control en todas las especies de palmeras, más aún en el caso de datileras y washingtonia.

La inspección minuciosa de todas las especies y tratamientos insecticidas o biológicos y por supuesto aplicación de productos fungicidas para evitar las pudriciones que se elaboran en las cavidades producidas por las larvas del insecto. Por supuesto recomiendo la poda en invierno como método de mayor control del insecto. Pero como más adelante escribo, realizándola a poder ser con medios mecánicos.

La falta de respuesta de las administraciones y particulares nos ha traído hasta aquí. Se ha cumplido el cuento, ¡que viene el lobo!, nadie lo creyó, que asuman responsabilidades los gestores, pues estamos ante un drama que sólo podremos valorar más adelante si se continúa sin actuar y será en forma de graves acontecimientos producidos por la caída de las plantas.

Quiero desde este Cuaderno de Campo lanzar un mensaje a los compañeros podadores de muchísima precaución en el uso de la bicicleta para el acceso a la palmera, desaconsejo la práctica en las palmeras datileras, cambiándola siempre que sea posible por los medios mecánicos, cestas elevadoras. Tal y como se presenta el panorama, poniendo nuestra vida en peligro ya de por sí con nuestro trabajo, la amenaza de accidente es ahora especialmente grave. Nuestro peso podría hacer partir los estipites de las palmeras datileras dañadas y que aparentemente están en perfecto estado, pues es muy difícil comprobar desde abajo el estado del sustento del vegetal. Hace unos días pude comprobar en varias plantas orificios, larvas, pero especialmente ataque generalizado de hongos en el tronco, deshaciéndo yo mismo con mis dedos. ¡Mucho cuidado! 

Comentarios

  1. Mi padre ha encontrado la cura para poder salvar a las palmeras tras haber sido atacadas por el famoso escarabjo. Por si le interesa a alguien que me pregunte o responda al comentario. Un saludo.

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