SAKUTEIKI, EL JARDIN NATURAL.-


Los jardines japoneses han sido objeto de deseo de la cultura occidental desde que los primeros navegantes ibéricos pusieron un pié en estas tierras. El arte japonés del diseño de jardines tiene una historia de alrededor de 1300 años. Los paisajes secos de inspiración Zen gozan sin duda de una justa fama, pero no son los únicos ni los primeros: mucho antes de su aparición, ya existía en Japón una estética jardinera perfectamente desarrollada.
El Zen no haría más que añadir nuevas dimensiones estéticas.



El Sakuteiki es el escrito más antiguo en el que se explica cómo proyectar un jardín. Está basado en una gran cantidad de experiencias prácticas de la jardinería paisajística, a pesar de que esta ya
fuera practicada anteriormente en Roma y China. De la lectura detenida del Sakuteiki, Tachibana Toshituna (1028-1094), se desprende que los japoneses habían dominado los principios de la jardinería paisajística, desarrollando su propio estilo creando estanques, y pequeños islotes para representar el mar y las islas, así como montículos para representar las montañas. . Se basa en el Feng Shui, arte universal de equilibrar y armonizar el flujo de energías naturales en el entorno para crear efectos beneficiosos en la vida de quien lo practica. De esta forma
, si se disponían los objetos de una manera que no fuera la correcta, era un símbolo de mal presagio. El sintoísmo, por su parte, difundía la creencia de que el mundo está repleto de espíritus, y que estos habitan en las rocas, el agua o las plantas de tal forma que, para no desatar su cólera, se había de extremar el cuidado y las atenciones a estos elementos.

Los japoneses consideran que el mundo es tal y como la imaginación lo crea. No se distingue de uno mismo, de los sueños y la locura. El universo está en constante cambio, en continuo proceso de creación y destrucción, de vida y muerte. Nada es estático, nada permanece y así como las nubes cambian de forma y las estrellas el firmamento, así se mueven las montañas y los valles, aunque demasiado despacio para que lo aprecie el ojo humano. Según una tradición milenaria, dos grandes fuerzas opuestas se revelan en este proceso constante, el yin y el yang, representantes de cada polo sexual. Cada elemento del paisaje pertenece a una y tiene, por tanto, un atributo sexual. El paisaje ideal es el producto del equilibrio de ambas.

Estos jardines, despojados de toda suntuosidad, seducen por la sabia combinación de piedras, arbustos y arena, reflejando la sensibilidad de los japoneses y su amor a la naturaleza. El surco de agua que simula el recorrido de un río es altamente apreciado porque trae al jardín el sentimiento del valle, mientras que las rocas enterradas hasta más de la mitad de su volumen permiten lograr una mayor naturalidad de las montañas.

Así, los jardines japoneses cumplen con la finalidad de servir como lugar de meditación donde el ser humano puede interpretar lo que presencia a su modo, concentrando la energía al interior de su espíritu.

En el mundo occidental, se intenta copiar esta forma de crear y cuidar el jardín. Sin embargo, la mera preocupación por lo estético que parecen tener estas réplicas no se tiene en su origen: en Japón, se huye del adorno fácil, tiene su origen en las creencias religiosas y busca una armonía mágica con el entorno y los elementos naturales.


Las rocas son elementos con gran fuerza simbólica, por lo que la elección de la piedra ha de realizarse con sumo cuidado. Debe tener formas artísticas, aunque lo importante es saber aprovechar las ventajas naturales de la roca escogida usando, por ejemplo, las más planas en la confección de cascadas. En cuanto a la disposición de flores y plantas, no debe haber abundancia de canteros y motivos florales. La flor debe ser un toque de distinción, porque de lo contrario desviaría la atracción visual. Un jardín sobrio y visualmente panorámico es el secreto de la elegancia.


La importancia del agua
El agua es uno de los principales elementos en los jardines orientales, y debe dar la sensación de que brota de la vegetación. Los conocidos como 'sansui' eran unos jardines grandiosos que se podían recorrer en barca, surcando el agua del arroyo o de los lagos artificiales con islas . El estanque era el centro de atención, de forma que todo el diseño del jardín giraba a su alrededor y, aunque éste no se encontrase necesariamente en el medio, sí ocupaba un lugar privilegiado.

En los lagos, tiene suma importancia el lugar por donde penetra el agua, normalmente en forma de cascada, que debe ser un punto de interés donde se centre la atención. Además, no es conveniente que pueda verse totalmente desde ningún punto del jardín. Las cascadas son otro de los elementos característicos de este tipo de jardines, ya que introducen el sonido y el movimiento en el diseño general, de forma complementaria a la del viento que mueve los árboles y el follaje.

Y, por supuesto, también relacionados con el agua, están los puentes, siendo el más característico el constituido por una única laja de piedra o sustituyéndola por un material más barato y menos noble como la madera. Las islas sirven también para crear otros focos visuales de interés. También existen los jardines secos, que sustituyen el agua por la grava, marcando en ellas formas naturales, simulando arroyos, etc. Las piedras que sobresalen en grupos son, ni más ni menos, las islas donde reposan los elegidos en paz. Son las rocas las que cobran especial importancia y el concepto fundamental es el del equilibrio, equilibrio implícito, asimétrico de formas y esquemas, el equilibrio entre las formas y los colores, el agua y el follaje, entre lo vacío y lo lleno.

Fuentes. Revista Nipona. Texto: Yokoyama Tadashi. Japón. El Emperio del Sol Naciente. Collcutt, Jansen y Kumakura y curso mixmail.



Comentarios

  1. Hola Pablo!. Me ha gustado el artículo porque me encantan los jardines japoneses. Todavía no he hecho ninguno, pero es una cosa que tengo pendiente. Saludos!

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  2. muy interesante el artículo, te recomiendo un libro fantástico que se llama "el jardín japonés moderno" con preciosos jardines contemporaneos que no puedes perderte.

    un saludo,
    missJardin
    http://blogmissjardin.blogspot.com/

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  3. ¡Hola Pablo! Estoy interesada en encontrar ese libro o el que comenta Andrea en el comentario anterior. Pero ¿existe edición en castellano de SAKUTEIKI? Un saludo y gracias

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