Formación Dual, desvelando las claves de una apresurada implantación.-

¿Quién dirige la formación en el entorno de la empresa?; ¿un mero trabajador sería suficiente para cumplir con el papel de encargado/tutor del alumno?, evidentemente no, en Alemania existen más de 200.000 formadores repartidos en las empresas que realizan esta doble función empresarial trabajo/aprendizaje, sí, es la fígura del jefe de equipo que hasta ahora se había utilizado en los proyectos de Escuelas Taller.

En una entrada anterior había hecho referencia a la Formación Profesional en Alemania y la relación existente con las Escuelas Taller Españolas, que a buen seguro los "inteligentes políticos" de este país van a eliminar.

Pero a todos nos ha llamado la atención las prisas del Gobierno para implantar un nuevo modelo de Formación Profesional en España, ahogados por la desesperante crisis económica y el altísimo índice de desocupación juvenil y fracaso escolar, el gobierno decidió aprobar una reforma, que de momento sólo se traduce en unas cuantas experiencias piloto en diversas comunidades autónomas. He aquí el primer revés que sufre la formación profesional en España. Toda ella no está dirigida desde el estado, cada comunidad autónoma elige los modelos que considera más apropiados, unos apuestan por la dual, otros por seguir con programas de escuelas taller que luego no pueden pagar y no tocar la reglada, otros favorecen los talleres de empleo, total un caos.

Lo primero que quiero indicar, es que la Formación Dual en España no es nueva, el modelo del aprender haciendo está implantado en España desde mediados de los años 80 a través del programa Escuelas Taller, creado por el arquitecto y dibujante Peridis, multitud de entes públicos han desarrollado estas acciones por medio de subvenciones, fundamentalmente europeas, si bien es cierto que estas subvenciones disminuyen, es  idéntica a la formación que se quiere imponer, salvo que en vez de estar basados en proyectos de rehabilitación, restauración o construcción de patrimonio artístico o natural de nuestro País, pasaría a estar relacionada con la adquisición de la formación a través de la realización de un determinado producto empresarial, haciéndose cargo la propia empresa del coste de esta formación sobre el alumno, acción que combinaría en alternancia con su formación teórica en un instituto de F.P.

Surgen dudas sobre quién dirige la formación en el entorno de la empresa; ¿un mero trabajador sería suficiente para cumplir con el papel de encargado/tutor del alumno?, evidentemente no, en Alemania existen más de 200.000 formadores repartidos en las empresas que realizan esta doble función empresarial trabajo/aprendizaje, sí, es la fígura del jefe de equipo que hasta ahora se había utilizado en los proyectos de Escuelas Taller.

Contamos con dos obstáculos realmente importantes para conseguir este objetivo, el primero de ellos el poco reconocimiento que sigue teniendo la Formación Profesional en España, además, según han expresado diversas fuentes, disminuir la formación tanto técnica como complementaria al oficio elegido a edades tan tempranas puede ser un error insalvable.

Implementar este tipo de formación en un País como el nuestro, con un modelo empresarial basado en la pequeña y mediana empresa va a ser una tarea muy compleja y tal y cómo han comentado a este cuaderno de campo diversos empresarios, es casi una utopía. No pueden las PYMES españolas, tanto por falta de medios materiales, como de recursos humanos, acometer esta formación. En cambio las empresas multinacionales, con un porcentaje de representación muchísimo menor, si podrían comenzar a desarrollar proyectos pilotos, aunque sin compromiso de contratación. Conociendo de sobra los defectos de nuestro país, muchos pensamos es que esta implantación es una quimera, es más podría ser una simple mano de obra barata, sin seguimiento, ni cualificación profesional y hablamos desde la experiencia de las prácticas en empresa que se realizan desde hace mucho tiempo en los cursos de formación ocupacional en España.

El sistema DUAL, formación directa en la empresa mediante un contrato sujeto al convenio colectivo  (los alumnos cobran un sueldo apreciable y tienen garantizado el puesto de trabajo), muestra en una primera aproximación, una cara muy positiva. Y así es cuando la economía va viento en popa. Las empresas elaboran sus propios planes de formación para futuros trabajadores, lo que permite una formación según sus propias necesidades y características. Por ello, invierten una parte importante de los beneficios obtenidos. Pero las cosas se tuercen cuando impera una crisis económica y financiera. Fue lo que ocurrió con la reunificación de las dos Alemanias. Los planes de formación quedaron reducidos a una mínima expresión y fueron los Estados los que tuvieron, con las prisas imaginables, paliar el alto índice de falta de formación para los jóvenes que salían de las escuelas. Realmente, el sistema DUAL depende, absolutamente, de la situación de cada una de las empresas. Tambíen ocurrió en España, en el Pais Vasco. Más allá de pilotos aislados y promesas electorales, en España todavía no se ha logrado instaurar un modelo de formación dual financiado por empresas y Gobierno. El País Vasco experimentó con un sistema inspirado en él en los noventa. "Nos costó muchísimo convencer a empresas y sindicatos, pero funcionó, redujimos el paro juvenil", dice José Luis García, exdirector de formación de la Confederación Empresarial Vasca. "Lanzamos otra iniciativa similar en 2007, pero se nos echó encima la crisis y las compañías ya no querían financiarla", agrega.

Y bien sabemos que no está el horno para bollos, ni mucho menos, en España las empresas no están dispuestas a este desembolso, entre otras cosas porque están ahogadas por una política económica deficiente que el gobierno está imponiendo. ¡Si se sostienen a duras penas las que no han cerrado!.

La otra gran contrariedad de esta Formación Dual es la diferenciación entre los jóvenes de entre 16 y 30 años, que podrán optar al sistema por dos vías, a través de un contrato para la formación y el aprendizaje, y mediante la formación profesional dual reglada del sistema educativo. ¿La diferencia? Con el primero la relación del joven con la empresa es contractual y, por tanto, asalariada y con el segundo, no, solo puede estar becada como mucho.

Y esta diferenciación podría crear problemas en el desarrollo de la FP dual en España, según aprecian los expertos consultados. “Está por comprobar si ambos sistemas son complementarios o se contradicen. La ventaja de la formación dual alemana es que está sujeta a salario desde el primer día, es el caso de un trabajador que estudia; mientras que la que se va a implantar en los centros educativos se parece mucho más a la FP convencional, solo que las prácticas en la empresa se prolongan durante más tiempo”, sostiene Francisco Rueda, director de formación para el empleo de Élogos.

Por último recordar algo que tal vez debería haber recalcado al inicio de este escrito, no podemos llamar formación alemana, a una proceso que difiere mucho del implantado en aquel país. Aquella es una formación a la carta, en la que encontramos diferentes niveles formativos dentro de un mismo sector. A esto le queda mucho para ponerse a rodar....

Comentarios

  1. Xaludos colega ...

    que tengas mucha suerte para encontrar tu futuro ...

    xuanxon

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